No se trata de un post sobre el mundial. Eso ya fue. Borrón y cuenta nueva, gano España, fin de la historia. Se trata de la eterna comparacion entre la crisis Argentina del 2001 y la situacion actual en Grecia. Grecia tiene deficit fiscal y una deuda insostenible. Se espera un default que va a afectar al sistema financiero griego asi como de otros paises, via efectos hojas de balance y perdidas asociadas a los derivados financieros (Credit Default Swaps). A su vez la inflacion acumulada en el contexto de una Grecia en la Eurozona implica falta de competitividad de los productos griegos. Desempleo por doquier, recesion, ingresos fiscales cayendo e intereses de la deuda subiendo. Para Grecia, varias recetas que se resumen a tres: (i) ajustar la situacion fiscal para que caigan las tasas y se recupere la inversion privada, (ii) expansion fiscal que haga aumentar el GDP, consiguientemente aumenten los ingresos fiscales que garantizan que la expansion fiscal "se pague sola". Algo de esto ya mencionamos en este post, donde se los ve a Rogoff y Stiglitz tirarse con todo, (iii) reestructuración y reajustes varios entre los países de la eurozona (lo que piden Levy Yeyati y Blejer, aquí)
La opción (iii) vendría a ser (con sus infinitas diferencias) la versión ordenada, coordinada y consensuada de la devaluación y default argentino del 2001. Las opciones (i) y (ii) eran las alternativas de los '90 para Argentina que planteaban el IMF (i) y Stiglitz (ii). Mucha teoria, mucha opinion, veamos que dicen los datos duros. Un estudio del IMF (ver aquí) se encarga justamente de analizar eso. Concluyen que:
The paper also examines the effectiveness of the fiscal policy in emerging countries in the short- and long-run and its underlying conditions, which does not appear to be uniform. In some cases, contractionary fiscal policy could stimulate growth in the short-run, if fiscal tightness lowers the cost of borrowing and debt service, and mitigates concerns about debt sustainability. However, an increase in international reserves is evident to mitigate these concerns. On the other hand, high inflation increases concerns about the impact of fiscal spending on inflationary expectations and the cost of borrowing, countering the effectiveness of the fiscal stimulus on output growth in the short-run. Where the debt burden is high, fiscal expansion has a longlasting negative effect on real growth.
Para que anoten los que con un IS-LM insisten que de las crisis siempre se sale gastando. Eso es cierto sólo si existe confianza en los papeles de deuda que financian dicho gasto.
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