martes, 16 de marzo de 2010

La cuenta pendiente



Es difícil encontrarle logros al ciclo que se cierra con Cristina Fernández. Un lugar común suele ser su política de derechos humanos. Yo no estoy de acuerdo.

Para todos los que nacimos en democracia, es un debate ajeno. No porque no nos incumba; ese debate es una de las piezas fundamentales de nuestra democracia, lo que legitima y pondera en toda su dimensión el valor de nuestra libertad. Pero es ajeno porque se nos fue impuesto. Es una herencia que vino con un lenguaje propio y los buenos y malos ya señalados. Cada uno tiene su versión en base a lo que le contaron o lo que leyó. Todos intentamos aproximarnos pero todavía no estamos bien de acuerdo en la historia completa.

En eso las generaciones pasadas dejaron mucho que desear. Las leyes del perdón y los indultos hacia ambos bandos hicieron un flaco favor a la memoria colectiva. Perdonar es también olvidar un poco. Sin embargo, tampoco hay que caer en "el discurso". Alfonsín, como se sabe, hizo el juicio a las Juntas cuando los leones estaban sueltos y mordían. El perdón y la amnistía menemista, con los que se violó el derecho a la justicia de miles de víctimas, fue el precio que se pagó para pacificar el país. Quizás ese era el precio de nuestra democracia. Quizás podíamos dejar el pasado atrás y mirar hacia un futuro en paz. Ese era el camino que eligieron en aquél momento los gobernantes y con el que muchos, razonablemente, estaban en abierto desacuerdo.

De a poco nuestra democracia se fue haciendo más fuerte, a la par del resto de las democracias latinoamericanas y a partir de la caída del muro. Los años de plomo fueron quedando atrás, pero los odios y rencores todavía existían. De allí, dos caminos posibles. O avanzar en una investigación profunda y completa de lo que ocurrió en aquellos años, e impartir justicia hasta el límite de lo alcanzable por los poderes del Estado. O perdonar. Investigar y no castigar no era posible; perdonar sin lesionar a las víctimas, tampoco.

El kirchnerismo no eligió ninguna de las dos sino que, en su heterodoxia, improvisó. Perdonó a algunos y castigó a otros. Y lo que es más grave aún es que la historia oficial se escribió entonces hasta los límites que le impuso esta estrategia política, y quienes nacimos en democracia nos quedamos sin entender cuánto valen en realidad nuestros derechos y libertades. Porque la democracia era al fin la caída de un régimen despótico y nada más. Porque en la Argentina ningún grupo terrorista intentó disputarle el poder a Perón. Porque durante la democracia no hubo desaparecidos. Porque en ningún momento en la Argentina estuvieron tan entrelazadas la política y la violencia. Los malos perdieron, los buenos ganaron, y a otra cosa. Es una gran tragedia que tanta sangre derramada en aquellos años no nos hayan dejado más memoria que la que nos contó este gobierno.

Creo que lo que se llama "política de derechos humanos" del gobierno kirchnerista fue desastrosa. Las leyes del perdón fueron un gran precio, quizás demasiado alto, que pagó nuestra sociedad para vivir en paz. Volver hacia atrás hubiera sido un gran avance para la justicia colectiva, pero sólo si se hubiera investigado por completo lo que ocurió en aquellos años. Olvidar el precio de la amnistía para después revisar la historia a medias, es para mí un gran desastre.

Quedará para nuestra generación y las futuras reescribir lo que los Kirchner intentaron borrar. Con fuentes que se van muriendo, heridas que se volvieron a abrir, y con ese lenguaje heredado que se hizo cargo sólo de la mitad de las víctimas: los "derechos humanos".

9 comentarios:

H dijo...

Bernard, logros del gobierno de Cristina hay muchos:
-creación del mayor plan social en la historia argentina (asignación universal por hijo)
-el presupuesto educativo en su máximo histórico, lejos.
-el presupuesto de ciencia y tecnología en su máximo histórico, lejos.
-desmilitarización de la administación de vuelos (creación de la ANAC). Viste Fuerza Aérea S.A.?
-la menor cantidad de DNU en un gobierno desde la época de Alfonsín.

Hasta acá cosas que no son opinables, son claramente positivas no importa tu posición ideológica, casi.

Después hay medidas que a mucha gente pueden no gustarle pero que otros lo enarbolarán como logros:
-el manejo del T/C,
-La Ley de Medios (estuve bastante a favor)
-La nacionalizacion de las afjp.
-La activación de los juicios que vos mencionás.

joe e. tata dijo...

H
discrepo con vos en algunas cosas

por un lado pensar en el presupuesto en numeros y no en su eficiencia da lugar a errores. la pregunta seria esta la educacion o la ciencia mejor?

por otro lado la demilitarizacion de la aviacion realmente no se que tipo de hito puede ser pero te lo doy

cuando en 5 años se haga un "nunca mas" de las estadisticas y se revele como no bajo la pobrezasino que aumento todo el legado de este gobierno va a quedar como minimo muy manchado
respecto del subsidio para la niñez es medio complicado el tema en mi opinion por que seria mucho mas progresivo que el estado tenga menos recursos pero luche efectivamente contra el empleo en negro y la inflacion

Bernard L. Madoff dijo...

La asignación por hijo no sólo no es universal sino que se financia con la plata de los jubilados. Me parece que no es el camino.
¿Los presupuestos que mencionás están medidos en base a qué?
Firmar menos DNU que los gobiernos anteriores no sé si considerarlo un logro, pero bueno te lo dejo.
Lo de la administración de vuelos puede ser.

Anónimo dijo...

Estas inspirado esta semana bernard!

I bench what you say!

--Nick Cox

Victor dijo...

La "política de derechos humanos" de este gobierno es una cortina de humo y un negocio fenomenal. Utilizaron este asunto tan delicado y que despierta tanta sensibilidad como capa de teflón para despegarse de la corrupción y el atropello institucional. El negocio se lo entregaron a un par de operadores para tenerlos de su lado, justicia incluida. Tengo una prima desaparecida que su madre no entró en esto por el asco que le dio.

H dijo...

Sobre el punto de la plata de los jubilados, leé lo que escribí acá.
Con respecto al presupuesto, me rijo por rigurosas fuentes inobjetables como la revista El Descamisado. :b
Lo de los DNU le tiene que importar a todos los institucionalistas, no sé si te definís en esta categoría.
Abzo!

H dijo...

Joe.e.tata: Lo de la educación no sé cómo medirlo, sé que los docentes ganan muy bien (sí, dije que ganan muy bien).

Lo de la ciencia es claro que sí, definitivamente está mejor. Están entrando becarios como nunca antes y con buenos sueldos, tengo un pariente que labura en la CNEA y me lo confirma, hay boom de laboratorios, se ha frenado y en algunos casos revertido la fuga de cerebros con más de 600 repatriados, vea, vea.
Saludos,
H

Anónimo dijo...

Para entender los derecho humanos en argentian y el legado del gobierno, basta ir a salta y escuchar la quejas presentadas por los empresarios al instituto provincial de la vivienda salteño, se quejaba que a las madres de plaza de mayo le pagaba 130.000 peso por casas de iguales dimensiones y diseño que a los empresarios le pagaban 85.000 y a las coperativas de trabajo 56.000. Toda la politica K fue por plata y nada mas ese es su legado. Saludos.

El Observador Comprometido dijo...

La política de derechos humanos (DD.HH.) del kirchnerismo es el monumento al oportunismo político, donde NCK negoció una zona liberada para los activistas de los mismos, a cambio de adquirir cierta pátina progresista y que se hiceran la vista gorda a su escaso vuelo en el diseño económico y social y a la inevitable corrupción derivada de su manera de construir poder.
Para los K fué un perfecto negocio, pues a la sociedad le importa poco que pueda pasar con un conjunto limitado de jovatos desdentados de 80/90 pirulos, los jefes de otrora, y otros de 60/70 años (con algunos dientes mas), perejiles en la época de los hechos. Se reeditó asi una cacería en el zoologico, cuyo costo político visible fué cero.
La verdad tampoco ha sido honrada. Los reos, sabedores anticipados de su destino, nada han aportado al esclarecimiento de esos hechos (un ejemplo fecundo de falta del incentivo adecuado).
La justicia tampocó será satisfecha, pues los juicios son conducidos -salvando las formalidades- en forma arbitraria, aproximandose a lo que se suele llamar un proceso-farsa, donde no importa ni él mérito de la prueba ni el descargo del reo, sino tan solo el resultado final, ya fijado de antemano.
Los activistas de DDHH han elegido el caracterizarse como víctimas exclusivamente, omitiendo que entre los mismos han habido ciertamente víctimas, pero también victimarios.
Y también han omitido tratar a parte de estos victimarios como combatientes poseídos de un cierto idealismo, equivocado o no.
Y por último, el activismo DDHH ha hecho su agosto económico, ocupando un lugar estelar en el reparto de fondos, ya fuera para sus emprendimientos pretendidamente sociales y o para su subvencionado, para llevar adelante sus nobles ideales.
Hay otros resultados, algo mas indirectos, uno de ellos es la contribución de este tema al estado de crispación generalizada, avivado una y otra vez por el modus operandi confrontativo como método de construcción del poder.
Finalmente, nunca he podido dejar de pensar, que a pesar de la calidad de "politicamente correcto" del asunto, el inconsciente argentino, en particular de aquellos quienes vivimos esos años, que seguramente daba a la cuestión por cerrada, nunca confió plenamente en aquel que vino a desenterrar estos hechos, sospechando el rédito político. desconfianza que se mantuvo latente en las votaciones urbanas del 2007, que eclosióno vehiculizada por el conflicto del campo y que se critalizó el 28J.
Y de pasó, le permitió a los K, saldar cuentas con su propio pasado, cuando en elos momentos mas algidos abandonaron a sus compañeros revolucionarios para dedicarse a la usura.