Accepting that poverty reduction is the overall goal, policies that reduce inequality at the cost of lower long-term living standards for poor people should clearly be avoided. Reducing inequality by adding further distortions to an economy will have ambiguous effects on growth and poverty reduction. It should not be presumed, however, that all redistributive policies will result in such a trade-off. The potential for win–win policies stems from the fact that there are bad inequalities, which come at a cost to overall growth and entail that the poor share less in the opportunities unleashed by growth.
Argentina.
Todo muy lindo, pero aca llega el momento de bajar a la mezquindad de la discusion política argentina, donde o sos peronista o sos gorila, y junto con ambas etiquetas vienen un monton de significaciones anacrónicas. Estoy seguro que habra quien lea el primer apartado y diga "listo, ya esta... hay que redistribuir", y se olvide de lo mas importante: que y cómo. En Argentina, casi genericamente cuando se habla de redistribuir se habla de distorsionar precios relativos. Es subir el salario real, ya sea dandole un guiño de ojo a los sindicatos, ya sea bajando las tarifas publicas, subsidiando los combustibles, poniendo controles a los alquileres o directamente controles de precios sobre alimentos. O son politicas redistributivas todavia mas truchas: la industrializacion. Gravar al campo y financiar la industria, porque en un libro de hace 50 años decia que la industria era trabajo intensiva y eso, por algun motivo que todavia no entiendo debería ser progresivo. No, no estoy atacando un muñeco de paja: en Argentina cuando se habla de redistribucion no te lo ponen a Leo Gasparini y los chicos del CEDLAS a diseñar politicas con precisión de bisturí. Ponen a cualquier carnicero a reasignar partidas y tocar precios. Se habla de redistribuir ingresos (reales), y encima de hacerlo de la peor manera posible. No se habla de acceso a bienes publicos, ni de focos y trampas de pobreza, ni de Formosa, Chaco y Salta. Te hablan de redistribución de ingresos con los balances de Techint y dicen "subio la rentabilidad un 270% y los salarios solo un 50%", y que hijos de puta que son los que ganan mucho.
Fijense que un tipo de centroderecha como Lopez Murphy fue uno de los que en los '90 proponia subsidios focalizados. El PRO hoy mantiene lo mismo, mientras que la ACyS y ProyectoSur plantean subsidios universales. Lo eficiente claramente es un subsidio focalizado con tarjeta electronica, pero en este pais buena parte del Gasto Publico Social va al clientelismo. A mantener la pobreza y usarla como instrumento politico... por eso creo que es bueno el subsidio universal a la niñez. Ahi tenes un ejemplo de como una politica buena no funciona con un Estado tan corrupto como el Argentino. Los neoliberales de FIEL hace años que tienen un proyecto de Tarifa Social que es progresivo y mucho mas eficiente que la vendetta contra las privatizadas porqueganaronmuchodurantelosnoventaynoinviertieronanadaentoncesyavanaverlaquelesespera. Cualquier articulo de Zaiat es representativo de lo que piensa el vulgo sobre inequidad y herramientas de politica economica.
Esto se conjuga con lo que decia en aquel post: cuando el tipo medio piensa en redistribuir ingresos piensa en recibir un sueldo mas alto a fin de mes, un triple aguinaldo o algo asi. El docente que desde su púlpito habla de redistribucion y participa en el sindicato cree que si el gana mas mejora la igualdad. Que su lucha es progresiva. Falso: es un cambio mas desigualador. Pese a todo, personalmente apoyo los reclamos docentes: no por ser progresivos, sino porque incrementan la desigualdad buena (al decir de Ravallion).
Los chicos de la Catedra Volman decian que habia que hacer un ajuste brusco, de un saque. Esa es la pelotudez distributiva que domina en la discusión politica Argentina. Y supuestamente son (casi) economistas educados. Martin Sabbatella proponia volver a cortar la torta. Martin... cortar con cuchillo o bisturí?
Relean las propuestas de un experto como Ravallion y comparenlas con la mediocridad de la discusion argentina en torno a la distribucion del ingreso. Somos autodestructivos.