Siempre he admirado a las grandes hombres. A los grandes científicos como Galileo o Darwin. A los hombres de Letra como Homero, Cervantes o R.L Stevenson. También, por cierto, a los grandes políticos o estratégas como Napoleón o Julio Cesar. Y ni hablar de los padres de la economía, sea Adam Smith, David Ricardo o John Maynard Keynes. No puedo ocultar mi admiración por ellos. Pero sin embargo, a los tipos que más admiro en el mundo son a aquellos que nunca quedan pagando, los que no se quedan con la palabra en la boca. Esos que siempre tienen una comparación para cada situación y que jamás los vas a escuchar decir: "Esto es más difícil que...( y se quedan mudos)". Así que para los que siempre se quedan con las ganas de decir algo más y no les sale, ahí van algunas comparaciones útiles y no tan populares.
Mi favorita (aunque poco aplicable): "... resfalozo como chorizo en fuente de loza."
Y van algunas más:
- Apretado como pedo de visita.
- Cagado como palo de gallinero.
- Arrugado como frenada de gusano.
- Difícil como retrodecer en ojotas.
- Perdido como pedo en un Jacuzzi.
- Pesado como topadora a pedales.
- Hambriento como piojo de peluca.
- Firme como estaca de circo.
- Caro como un hijo en Harvard.
- Más solo que indio malo.
Espero que les guste y les venga bien. Uno nunca sabe cuando tiene que implementarlas.
3 comentarios:
El de retroceder en ojotas está mas bueno que las vacaciones.
Ahí va otro que te va a gustar:
Resbaladizo como teléfono de carnicero!
jajaja un primer post suave. Ya vendran mejoers!
Che Bernard: no te parece mejor que los comentarios sean una ventana emergente?
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