Inflamación

Trapito: son 20 pesos, amigo.

Amigo de Frank: eh? 20? La semana pasada era 10.

Trapito: eh, loco, es la inflamación viste.

Excepto para la generación de quienes escriben en este blog, puede decirse que el resto de los argentinos (los que nacieron antes de los 80s y después de los 90s) llevan y van a llevar la inflación en la sangre. Aunque no sepan si es inflación o inflamación, saben que los precios suben, por alguna razón, aunque no sepan cuál.

Hay muchas explicaciones para este fenómeno del que todo el mundo esta hablando (y con buena razón), quiero discutir una de ellas. Uno de los errores más frecuentes es culpar a la concentración de los mercados como causantes de inflación. "Son los monopolios" dicen algunos economistas bien formados. Esa concepción es completamente equivocada. Un mercado concentrado puede generar niveles más altos de precios, no lo niego, pero niveles de precios altos no son inflación. Recordemos la definición: suba general de precios en el tiempo. Resumiendo, tienen que cumplirse tres condiciones a la vez:

1. Los precios tienen que subir.
2. No un precio, sino todos los precios. Ejemplo, si suben los tomates respecto al resto de los bienes estamos ante un cambio de precios relativos, no es inflación.
3. Tienen que subir en el tiempo, en el transcurso de un período: un segundo, un mes, un año o lo que fuera.

Claramente, aunque de un momento a otro, en cada uno de los mercados de la economía, se reduzca la competencia y que, por esa razón, los precios suban, no estamos ante una inflación, ya que la suba de todos los precios se da en un instante de tiempo. No hay que confundirse.

Después, si quieren, discutimos qué causa la inflación. Si es el aumento de la demanda agregada por encima de la oferta, si es un fenómeno puramente monetario, etc.