jueves, 18 de febrero de 2010

El charrúa Mujica

Después de hablar a empresarios (un tercio argentinos) en una conferencia la semana pasada en Punta del Este, los elogios y propuestas de inversiones no pararon de llegar a Uruguay y a "Pepe" Mujica. La verdad, habló bien, fiel a su estilo, bien pasional, y convenció a los empresarios que fueron a verlo.


Cuando veía las repercusiones de la conferencia, realmente me impactó cuál fue la recepción en el público: el "Me pareció un poema" de Avila, o el "Está haciendo el discurso que todos queríamos escuchar" de un empresario agropecuario uruguayo.

Mujica dijo 2 cosas, básicamente:
1- No te vamos a expropiar
2- No te vamos a ahogar con impuestos

Esas son las reglas de juego básicas para el desarrollo de cualquier país, con empresas fuertes, y no necesariamente grandes, sino PYMES, que son el 95% o más del trabajo. No habló de subsidios ni de financiación blanda para empresas, ni de inversiones del Estado en infraestructura ni en empresas, ni de políticas sindicales ni de gremios. Simplemente barrió todo el escepticismo que podía llegar a existir sobre cuáles iban a ser sus políticas, por todos los precedentes recientes de gobiernos latinoamericanos que se autoproclaman socialistas. Mujica sabe y lo dice bien clarito: la manera de poder cumplir las metas en planos sociales tiene que ser apostando por el crecimiento de las empresas, despejando las dudas sobre las reglas de juego y asegurando un buen clima para las inversiones. Sabe, como buen socialista, que otra manera no hay.

Esto evidencia el optimismo por el desarrollo y crecimiento en la región que ven los inversores, focalizado en Brasil, Perú, Chile y en los próximos años también Uruguay.

Estas son sin dudas muy buenas noticias para Argentina: esto muestra que con un shock de confianza, que puede venir en discursos correctos y creíbles y políticas que acompañen, que traigan mayor credibilidad y disminuyan las variaciones de precios, por ejemplo, hay muchos inversores que van a encontrar atractivo invertir en Argentina. Esto aún con los problemas institucionales de los últimos años; las alternativas de los inversores en países desarrollados ya no son tan atractivas. Por eso el sobreoptimismo para este año en Brasil. Por eso, como decía Frank en "La tortuga y la liebre" hace algunos días, un cambio de gobierno que normalice la macro y ponga reglas de juego claras puede ayudar a capitalizar inversiones para un crecimiento sostenido del país. Tiene que ser creíble.

4 comentarios:

Bernard L. Madoff dijo...

Bien ahí. La mejor estrategia para reducir la pobreza es generar trabajo.

Relacionado al post de Sam, si hablamos de militancia política en los '70, Kirchner al lado de Mujica es lassie. Pero las circunstancias cambiaron, y ahora el yorugua se esmera por endulzar oídos empresarios en el Conrad. En cambio acá seguimos "profundizando el modelo."

Una envidia la izquierda de nuestros vecinos sudamericanos. En Argentina hay que elegir entre Kirchner o Solanas. Un espanto.

Anónimo dijo...

un grande mujica

Anónimo dijo...

Lindo post. Me encanta escuchar la historia de tipos que se reconcilian con su vida, que cambian, que pueden sacarse de una vez las putas anteojeras que tuvieron puestas toda la vida (de un lado y de otro) para dar un paso hacia la concordia.
Dos observaciones:
1. es evidente que hacer platita no es una condicion necesaria para hacer política.
2. el aprendizaje está en la experiencia. Este tipo estuvo 10 años preso. Kirchner, 5 días. Hay una diferencia, debe haber tenido tiempo para reflexionar.

frank

Anónimo dijo...

Lindo post. Me encanta escuchar la historia de tipos que se reconcilian con su vida, que cambian, que pueden sacarse de una vez las putas anteojeras que tuvieron puestas toda la vida (de un lado y de otro) para dar un paso hacia la concordia.
Dos observaciones:
1. es evidente que hacer platita no es una condicion necesaria para hacer política.
2. el aprendizaje está en la experiencia. Este tipo estuvo 10 años preso. Kirchner, 5 días. Hay una diferencia, debe haber tenido tiempo para reflexionar.

frank