La inflación, como observa hoy el atento Fontevecchia, ha sido un fiel compañero de viaje de los gobiernos argentinos. Si los salarios y las expectativas tardan en acomodarse, tiene un formidable efecto de ajuste en las cuentas públicas al reducir el valor real de salarios y jubilaciones, ajuste que se lleva a cabo de manera gradual y, sorprendentemente, se hace casi imperceptible a la opinión pública (como apuntó Victor en el post anterior).
Sin embargo, los beneficios de la inflación no se agotan en el requisito de "sticky prices". Desde tiempos inmemoriales, los gobiernos han aprovechado un canal casi automático: el impuesto inflacionario. En el preciso instante en que la autoridad de la moneda decide imprimir un billetito más para igual cantidad de bienes, deprecia el valor de los billetes y de esta manera recauda automáticamente un impuesto sobre todos los tenedores de esos billetes, más allá de la flexibilidad de los precios. Recomiendo leer la serie de posts de Il Postino documentando perlitas de este fenómeno a lo largo de la historia.
Si es cierta la información que hoy publica *el diario* de Frank, el gobierno kirchnerista no es la excepción, al transferirle al Tesoro el impuesto inflacionario recaudado durante todo 2009.
6 comentarios:
Hoy en *el diario de Frank* (sin relación con "el diario de Ana Frank), aparecio el Post de Willam Miller sobre Pepe Mujica.
Saludos.
¿En serio? ¿Tenés el link?
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1235223
ahi esta lo que pedis Bernard.
Felicitaciones William!!
frank
Felicitaciones, William. Como diría Walter Nelson, los goleadores son así.
jaja gracias muchachos!
No me lo esperaba!
Felicitaciones!!!
No tienen techo gente. Este blog esta bárbaro.
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