miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿A quién perjudica un aumento en el crimen?

¿A los ricos o a los pobres? En principio podemos decir que depende del tipo de crimen. Consideremos primero los delitos contra la propiedad (como hurtos y robos). La manera más evidente de protegerse contra este tipo de delitos es recurrir a servicios de seguridad privada. Pero estos servicios son costosos. Por lo tanto, quienes tengan ingresos suficientemente altos como para pagarlos, estarán mejor protegidos contra estos tipos de crimen que los que tengan ingresos más bajos.

Pensemos ahora en asaltos callejeros. ¿Qué se puede hacer para evitarlos? No caminar por lugares oscuros, moverse en grupo, no salir después de determinada hora, y, obviamente, tratar de no llevar objetos de valor. En este caso, las estrategias tienen un costo muy bajo, por lo cual el ingreso prácticamente no afecta la decisión. Por otro lado, la gente con plata tratará de dejar el iPod Touch en su casa y de no salir con el Rolex. En otras palabras, la gente de mayor ingreso intenta “confundirse” con la gente de ingresos más bajos (nota al pie para Sam o Bernard: les parece que esto da para armar un modelito de señales, con equilibrios agrupadores y separadores, y esas cosas?). Por estas razones, durante una ola de delitos, el aumento en los asaltos callejeros debería afectar de manera más o menos similar a las personas de ingresos altos y bajos.

Todas esto no se me ocurrió a mí, sino que lo dicen Di Tella, Galiani y Schargrodsky en este paper, donde miran la ola de inseguridad durante los 90 para analizar cuánto afecta el aumento del crimen a “ricos” y a “pobres” (lo pongo entre comillas porque la definición es un poco vaga: es pobre quien tiene un ingreso inferior a la mediana de la muestra). Sin entrar en detalles metodológicos, veamos algunos gráficos. Primero: aunque el nivel de crímenes sufridos es mayor para los ricos (y claro, porque son más ricos), el aumento en la tasa es mayor para los pobres.

Segundo: en el caso de asaltos callejeros, el aumento en la tasa es prácticamente el mismo para ricos y pobres (en el paper se muestra que las tendencias no son significativamente distintas).

El gráfico que sigue es bastante interesante: en el caso de delitos contra la propiedad, la tasa de crímenes sufridos aumenta para los pobres pero cae para los ricos.

Obviamente en el paper hay muchos más gráficos, tablas y tests; tiene una metodología relativamente fácil de digerir y es muy interesante. Altamente recomendable.

PD: como siempre, hay que tener mucho cuidado al interpretar correlaciones como impactos causales. El tema está discutido en el paper (por cierto, debe haber poca gente en Argentina que tenga esto tan claro como Sebastián Galiani).

4 comentarios:

Coki dijo...

Suponiendo que todos los datos son ciertos y etc. (siempre que hablamos de inseguridad surgen las mismas dudas sobre la tasa de denuncia y demás), me parece interesante el último gráfico.

Yo lo interpretaría como que la crisis lleva a que la víctima del robo sea elegida menos estratégicamente y se ataque a quien se pueda, incluso por cercanía geográfica.

Anónimo dijo...

Yo lo interpretaría como que los ricos contrataron seguridad privada y los delincuentes se volcaron hacia sectores más "pobres". Al fin y al cabo, poner alarma en una casa no es tan caro para el que lo puede pagar, y el delincuente entonces prefiere robar al vecino.

Buen post.

Fredy Yabran dijo...

Me parece que el último grafico se puede explicar por el auge de los Countrys y Barrios cerrados en los 90, que llevo a quienes tienen un nivel de ingreso mas elevado a protegerse un poco mas. De hecho, el grafico es hasta 2001 cuando todavia no estaba la moda de ingresar a robar a los Countrys y BP. Ademas, hay que suma a esto el hecho de que de por si los barrios mas acomodados son aquellos que presentan mas medidas de seguridad( alarmas, garitas, etc) y como si fuera poco, quienes viven en barrio parque cerca de las embajadas tambien cuentan con presencia de la PFA las 24 hs.

Almafuerte dijo...

Me resultó interesante la metodología, no usar datos oficiales sino encuestas.
También la restricción a dos delitos graves como robo a mano armada y robo de viviendas, y el estudio de un período lo suficientemente largo como para evitar discutir nimiedades y concentrarse en lo que es verdaderamente grave, la evolución creciente del delito.

Creo que en los comentarios anteriores se soslaya un poco el hecho de que hay muchos tipos de criminalidad. Desde a la banda que roba obras de arte y planifica por años hasta el psicópata que asesina a la vecina, pasando por el carterista profesional y el niño que aspira en la barrera de Pampa. La crisis influye, como dice Coki, pero no explica todo.