lunes, 16 de agosto de 2010

La inflación en dólares acaba en devaluación?

-¿Cuánto tiempo habrá que esperar, y cuántas empresas "quedarán en el camino" por no aguantar el tiempo que haya que esperar?

-Sólo Dios lo sabe. Una pista: el tipo de cambio real bajo antes se sustentaba en el aumento de la deuda pública; ahora en la mejora de los términos del intercambio.


Sin el signo de pregunta, titula la nota/entrevista ficticia que escribió el gran JCdP ayer para La Nación. Creo que hoy la mayor parte de los economistas piensan parecid0 y se hacen la típica -y misma- pregunta "hasta cuándo dura esto"?

Desde acá estamos de acuerdo en que la economía argentina enfrente serios problemas micro -distorsiones de precios relativos (cuantos litros de agua corriente hacen falta para comprar una remera en Lacoste acá y cuántos en Uruguay o Chile) y de salarios (cuánto ha subido el salario de un camionero y cuánto el de un empleado en negro en los últimos 5 años), como también cuellos de botella en la infraestructura- que en parte se deben a la distorsión de los precios porque si la energía costara como en Uruguay, habría tanto exceso de demanda?-. En el plano macroeconómico, tenemos el problema de los últimos años: la inflación.

Muchos economistas, creo que mal, intentan extrapolar las experiencias inflacionarias argentinas para poder explicar qué es lo que va a pasar. Como la historia nos dice que las experiencias inflacionarias del siglo 20 terminaron mal, algo que nadie puede discutir, se piensa que el modelo en algún momento (nadie sabe cuando) va a agotarse y eventualmente va a explotar. Yo soy mucho más optimista. A mi mee parece que la situación actual se parece mucho más a los primeros dos años de convertibilidad que a cualquier otro período histórico inflacionario de Argentina. Pongo como ejemplo los años 1992 y 1993. La inflación fue de 25% y de 11% respectivamente, el tipo de cambio estaba fijo en "1 a 1", hubo una fuerte entrada de dólares- vía cuenta de capital- mayor a la salida vía cuenta corriente que daba como resultado un balance de pagos positivo, que produjo un aumento de las reservas internacionales y de la emisión. Dicho en resumidas palabras, estamos ante apreciación real del tipo de cambio, la inflación es en buena medida la contraparte de un tipo de cambio que está fijo.
Por eso, me parece que la probabilidad de que en un año el modelo explote no es tan alta. Pienso que cuando el TCR se haya apreciado lo suficiente (cómo para que el PBI nominal argentino per cápita sea similar al de Uruguay) quizás la inflación deje de ser un gran problema; sobre todo si se usa el tipo de cambio nominal como ancla para ganar en Octubre que es lo que uno espera. Y quizás no sea tan malo, quizás la consecuencia sea tener un economía menos competitiva con respecto al resto del mundo, pero una tasa de interés en dólares más bajas que permita a la economía financiar distintos proyectos - públicos y privados- que hoy no son viables. Un proceso con ganadores y perdedores, como casi siempre: con industriales y chacareros un poco más tristes, y peluqueros, jardineros y tenedores de bonos más contentos. Eso sí, siempre que se mantengan los términos de intercambio actuales, cosa que uno también descuenta.

4 comentarios:

Jvcito-Manco dijo...

¿Entonces Nos espera un futuro próspero?

Luciano Cohan (Elemaco) dijo...

¿Y la inflación converge al tipo de cambio quieto porque....?

Frank Pentangeli dijo...

Esa es otra historia, Lucho!
Creo que todos hoy pensamos que el Tipo de Cambio no se va a mover más de un 5% para arriba de acá a las elecciones. O no? También todos esperamos que la inflación siga siendo de dos dígitos el año que viene... Si esperamos esas dos cosas, estamos siendo un poco inconsistentes. Yo que se... No soy quien para adivinar el futuro, pero veo a esta inflación causada en gran parte por la apreciación real Argentina que en algún momento tiene que agotarse. El día que se agote vamos a ver que tan fuerte es la inercia inflacionaria o que tan efectiva puede ser la política de usar el tipo de cambio en 4 como ancla.

Dieguistico! dijo...

Frank, ¿y qué te hace pensar que, aún con tasas más bajas en dólares, haya un aluvión de interesados en venir a invertir en la Argentina? Leía hace unos días que en los últimos años la fuga de capitales superó ampliamente el incremento en las reservas del BCRA (calculaban algo así como 50 mil millones de fuga de capitales en los últimos cinco años). ¿Por qué habría de revertirse esa tendencia? Ponele que tenés tasas más bajas para financiarte y, por ende, la posibilidad de rendimientos mayores en actividades que hoy no son atractivas. ¿Eso igualmente alcanzaría para compensar el atractivo que ofrecen otros países para la inversión? La rentabilidad no lo es todo, sino no se explicaría lo de la fuga de capitales, dado que en algunos rubros las rentabilidades de los últimos años fueron muy buenas y sin embargo la platita no llovió, sino más bien que se fue. ¿Cuántos puntos de rentabilidad adicionales va a exigir un inversor para venir por cada aparición de Moreno con guantes de box, cuántos por cada amenaza con la Ley de Abastecimiento, cuántos por cada sentencia judicial que favorece a un deudor de mala fe?