Es tarde, pero no quería dormir sin comentar lo siguiente.
Más allá de los festejos del bicentenario (muy rico todo), debo decir que me gusta el lugar de la historia que se reservó a Perón en el homenaje. Un Perón heroico, deshumanizado, desprovisto de contradicciones (lo más interesante de su historia), casi bíblico. Perón como prócer.
Y el de los próceres es como el lugar estelar de la Historia, donde las luces están tan fuertes que todo es blanco, radiante, heroico, noble, bondadoso, divino, no hay lugar para la desconfianza, ni para el odio (de alguna manera tampoco para el amor). Cuando te mandan de prócer es como que te desclasifican de la Historia. Pasas a ser un bien público, sos de todos y no sos de nadie. En fín, no se si dije algo que ya no estuviera dicho.
"Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos".
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